Overview

Un lienzo "en blanco", pero de color azul. La posibilidad de hacer una pintura abstracta con la cámara de fotos. Una pintura que se modifica continuamente, que siempre es diferente, siempre nueva. Y, sin embargo, siempre la misma.

El cielo es un lugar de experimentación. Un lugar donde buscar la frontera entre la pintura y la fotografía, entre la abstracción y la representación. Las variaciones, en un solo día, son infinitas.

La serie de obras que se presenta en la galería NÉBOA surge de una selección de polaroids de formato diminuto (6 x 6 cm) que, paradójicamente, intenta abarcar lo inabarcable: la inmensidad del cielo.

El título de la instalación, Subir ao ceo, responde a un doble sentido. Por una parte, literalmente, al gesto de mirar hacia arriba. Contemplar. Abstraerse mirando hacia las nubes y contemplando su belleza, su carácter efímero y etéreo.

Por otra parte, en un sentido metafórico, Subir ao ceo habla de otro tipo de abstracción. Una abstracción que el arte, tradicionalmente, ha compartido con otras disciplinas como la religión, la meditación o la filosofía. La abstracción que conlleva la búsqueda de un sentido.

A través de la mirada, se trata de encontrar significado. Belleza. Orden. Armonía. Muchas han sido las formas de denominar ese algo. Algo que nos permita vivir en paz. Vivir en paz aquí abajo.

La religión cristiana, por ejemplo, planteó ese sentido como un cielo después de la vida, como una segunda vida en lugar de la muerte. No es voluntad de este proyecto la búsqueda de ese paraíso prometido por la Iglesia (aunque el tema representado implica, no se puede negar, este tipo de connotación); al contrario, se trata aquí de explorar esa fuente de belleza constante, ese manantial visual que no se seca, que es el cielo.

Es difícil, en definitiva, añadir mucho más. Porque es difícil "poner palabras al cielo". Algo tan inmensurable como el cielo no se define fácilmente.

Es difícil hablar de aquello que nos cautiva visualmente.

El propio hecho de crear algo visual, de expresarse a través de las imágenes, es consecuencia, a menudo, de la incapacidad para decir el mundo por escrito. A veces, en resumen, es mejor callar y dejar que los ojos hablen.

Ludwig Wittgenstein, al final del Tractatus: "Sobre lo que no se puede hablar, mejor es guardar silencio".

Alejandro Rego Díaz
Brand
Year
Price
Dimensions
Sort by
Exhibify
Close