Eduard Arbós | [Espais 12-24]
Eduard Arbós | [Espais 12-24]
21 Sep - 28 Feb 2025
iGallery continguts s.l.
Cecilio Metelo, 6 , España
Cecilio Metelo, 6 , Palma de Mallorca, España
×
Failed to load exhibition address correctly
Overview
ESPAIS [12-24]
“Es necesario dar lugar a la falta, que la nada exista, es necesario crear un andamiaje para la nada”. Jacques Lacan
Espais (12-24) es una propuesta que viene a significar el vacío mediante un conjunto de pinturas, dibujos y esculturas que buscan generar, mediante una sintaxis espacial y constructiva, un diálogo relacional desde el cual poder interrogar los modos de representar el espacio a través de los códigos del arte y, al tiempo, nuestro modo de leer e interpretar las imágenes y los signos.
A partir del año 2015 (tras la pérdida total de visión en el ojo derecho) mi obra sufre un cambio radical pasando de unos trabajos geométricos centrados en el espacio, a unas propuestas -esencialmente dibujos en grafito donde se entremezclan indistintamente figuración y abstracción- con la imagen y el lenguaje como protagonistas. Se trata de unas propuestas articuladas mediante la recopilación, asociación y relación de imágenes extraídas, en su mayoría, de archivo.
Una metodología utilizada de nuevo en “Espais (12-24), solo que, en este caso, la búsqueda se ha realizado sumergiéndome en mi propio archivo generando, así, una mirada retrospectiva donde se han recuperado una serie de imágenes, bocetos de obras nunca antes realizadas, que vienen a conformar esta nueva propuesta donde convergen pasado y presente.
El código del título “(12-24)”, nos remite al año de gestación y al de la realización de estas pinturas. Una secuencia temporal, doce años de diferencia, durante los cuales se han producido profundos cambios en la mirada y, en consecuencia, en el enfoque general de la obra.
Y es desde este salto temporal que emerge el interés de una propuesta que, contraponiendo pasado y presente, incide de nuevo en conceptos como la imagen y el lenguaje partiendo de un archivo personal que viene a reafirmar la circularidad de la imagen y la contextualidad de su lectura e interpretación.
Centrándonos en las obras, podemos decir que el espacio y el vacío son generados mediante las líneas que aparecen en las pinturas. Son líneas que funcionan como hiatos y que fácilmente podríamos asociar a ritmos y tensiones musicales, es decir, a aquellos sonidos que vienen a significan el silencio, el equivalente, aquí, de nuestro vacío. Cada pintura conforma, por tanto, una composición, una especie de partitura que, relacionándose con el resto, viene a generar la sinfonía espacial completa.
Una sinfonía que incorpora al propio espacio expositivo mediante el juego de silencios e intervalos entre las propias obras. Se trata de unos espacios rítmica y matemáticamente orquestados para generar este permanente diálogo entre los espacios representados y el propio espacio real en el que se ubican. Un juego global de espacios y vacíos que abre, al tiempo, y como si de una secuencia cinematográfica se tratara, un diálogo espacio temporal por donde nuestra mente discurre.
Por otro lado, tenemos la pieza escultórica negra, una obra conformada por una serie de signos geométricos que generan una sintaxis espacial y constructiva. Una suerte de escritura de signos que, mediante un juego relacional con los dibujos y la escultura blanca que le acompañan, abre un diálogo constructivo que va del signo, aquello puramente abstracto, al espacio concreto y habitable, esto es, a la pura arquitectura.
Eduard Arbós
“Es necesario dar lugar a la falta, que la nada exista, es necesario crear un andamiaje para la nada”. Jacques Lacan
Espais (12-24) es una propuesta que viene a significar el vacío mediante un conjunto de pinturas, dibujos y esculturas que buscan generar, mediante una sintaxis espacial y constructiva, un diálogo relacional desde el cual poder interrogar los modos de representar el espacio a través de los códigos del arte y, al tiempo, nuestro modo de leer e interpretar las imágenes y los signos.
A partir del año 2015 (tras la pérdida total de visión en el ojo derecho) mi obra sufre un cambio radical pasando de unos trabajos geométricos centrados en el espacio, a unas propuestas -esencialmente dibujos en grafito donde se entremezclan indistintamente figuración y abstracción- con la imagen y el lenguaje como protagonistas. Se trata de unas propuestas articuladas mediante la recopilación, asociación y relación de imágenes extraídas, en su mayoría, de archivo.
Una metodología utilizada de nuevo en “Espais (12-24), solo que, en este caso, la búsqueda se ha realizado sumergiéndome en mi propio archivo generando, así, una mirada retrospectiva donde se han recuperado una serie de imágenes, bocetos de obras nunca antes realizadas, que vienen a conformar esta nueva propuesta donde convergen pasado y presente.
El código del título “(12-24)”, nos remite al año de gestación y al de la realización de estas pinturas. Una secuencia temporal, doce años de diferencia, durante los cuales se han producido profundos cambios en la mirada y, en consecuencia, en el enfoque general de la obra.
Y es desde este salto temporal que emerge el interés de una propuesta que, contraponiendo pasado y presente, incide de nuevo en conceptos como la imagen y el lenguaje partiendo de un archivo personal que viene a reafirmar la circularidad de la imagen y la contextualidad de su lectura e interpretación.
Centrándonos en las obras, podemos decir que el espacio y el vacío son generados mediante las líneas que aparecen en las pinturas. Son líneas que funcionan como hiatos y que fácilmente podríamos asociar a ritmos y tensiones musicales, es decir, a aquellos sonidos que vienen a significan el silencio, el equivalente, aquí, de nuestro vacío. Cada pintura conforma, por tanto, una composición, una especie de partitura que, relacionándose con el resto, viene a generar la sinfonía espacial completa.
Una sinfonía que incorpora al propio espacio expositivo mediante el juego de silencios e intervalos entre las propias obras. Se trata de unos espacios rítmica y matemáticamente orquestados para generar este permanente diálogo entre los espacios representados y el propio espacio real en el que se ubican. Un juego global de espacios y vacíos que abre, al tiempo, y como si de una secuencia cinematográfica se tratara, un diálogo espacio temporal por donde nuestra mente discurre.
Por otro lado, tenemos la pieza escultórica negra, una obra conformada por una serie de signos geométricos que generan una sintaxis espacial y constructiva. Una suerte de escritura de signos que, mediante un juego relacional con los dibujos y la escultura blanca que le acompañan, abre un diálogo constructivo que va del signo, aquello puramente abstracto, al espacio concreto y habitable, esto es, a la pura arquitectura.
Eduard Arbós