Non hai dúas sen tres
Non hai dúas sen tres
30 Nov - 27 Jan 2024
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Overview
"Non hai dúas sen tres" es la primera exposición de la compostelana Carlota Pereiro en Lugo. Carlota inaugura NÉBOA con una exposición en torno a la tríada. La concepción de esta exposición surge en el momento concreto en el que la artista contempla una de sus obras más recientes y se da cuenta de la existencia de un mundo tríptico en forma de realidad arcana organizada en torno al número tres. Para los pitagóricos la tríada es el símbolo de la armonía universal porque combina la unidad con la diversidad. También es un número sagrado en el sentido de que es el primero que tiene un principio, un desarrollo y un final. Es un número primo y el primer capicúa en cualquier sistema de numeración posicional. Por otro lado, el tres es el número de la divinidad y aparece frecuentemente en la mitología de todas las culturas.
¿Y qué pasa con los tres en las obras artísticas: de la literatura al cine, pasando por la pintura? Muchos de ellos están organizados en trilogías. Otros incluyen esta cifra en sus títulos. La regla del tres se impone en lemas y consignas. Libertad, igualdad, fraternidad. De hecho, en latín existe la expresión omne trium perfectum traducida por “todo lo que viene en grupo de tres, es perfecto”. El patrón de los tres elementos contribuye a la brevedad de la escritura, la facilidad de recordar y el ritmo. Introducción, nudo y desenlace. Incluso los dichos y refranes populares incluyen el tres. Corre, ve y dile, en su sentido genuino. Tres, tres, tres... María, Jesús y José; los tres elementos del átomo; los tres Reyes Magos; las tres gracias; el trisquel; pasado, presente y futuro; pensamiento, palabra, acción; Sexo, drogas y rock and roll; Sangre, sudor y lágrimas... No hay dos sin tres... El inventario infinito que alimenta nuestra ideología colectiva en la que se codicia el equilibrio.
Pues la tríada, la conjunción mágica que late dentro de la artista y bule por salir, extenderse y mostrar su particular equilibrio convirtiéndose en color, forma y volumen para llenar el espacio, desbordando el marco de tres paredes blancas, tomado de forma espontánea, visceral y sin organización premeditada y cuyo todo, el todo como suma de las partes, intenta transmitir la alegría de su percepción del mundo y hacer de la alegría la esencia última de su ARTE.
¿Y qué pasa con los tres en las obras artísticas: de la literatura al cine, pasando por la pintura? Muchos de ellos están organizados en trilogías. Otros incluyen esta cifra en sus títulos. La regla del tres se impone en lemas y consignas. Libertad, igualdad, fraternidad. De hecho, en latín existe la expresión omne trium perfectum traducida por “todo lo que viene en grupo de tres, es perfecto”. El patrón de los tres elementos contribuye a la brevedad de la escritura, la facilidad de recordar y el ritmo. Introducción, nudo y desenlace. Incluso los dichos y refranes populares incluyen el tres. Corre, ve y dile, en su sentido genuino. Tres, tres, tres... María, Jesús y José; los tres elementos del átomo; los tres Reyes Magos; las tres gracias; el trisquel; pasado, presente y futuro; pensamiento, palabra, acción; Sexo, drogas y rock and roll; Sangre, sudor y lágrimas... No hay dos sin tres... El inventario infinito que alimenta nuestra ideología colectiva en la que se codicia el equilibrio.
Pues la tríada, la conjunción mágica que late dentro de la artista y bule por salir, extenderse y mostrar su particular equilibrio convirtiéndose en color, forma y volumen para llenar el espacio, desbordando el marco de tres paredes blancas, tomado de forma espontánea, visceral y sin organización premeditada y cuyo todo, el todo como suma de las partes, intenta transmitir la alegría de su percepción del mundo y hacer de la alegría la esencia última de su ARTE.